sábado, 30 de junio de 2012

24/06/12 - La media Gardeliana en la Patria Gaucha





            Por ahí surgió la idea de correr en Tacuarembó, y lo que empezó como manijazo de Ricardo y Marcos, de repente se convirtió en muchas intensiones que no se concretaron, pero si en 4 varones del trote que fuimos a pisar la tierra de Gardel.
            La noche previa a la carrera preocupó por demás a Ricardo que no tenía en su poder el carné de salud, y tuvo que hacer una parada previa a la partida, en la refinería, cruzándose con gente que no entendía que carajo hacía a esa hora en la planta un domingo. Es difícil ponerse a explicar pero se llama “pasión” o “locura”.
            A todo esto yo ya estaba parado en la puerta de casa con Gabriel esperando al conductor de la travesía, preocupado un poco por la hora y la inscripción a la cual llegamos sobre el cierre.
            Tras levantar a Marcos, solo quedaba la oscuridad y los kilómetros de viaje. Habremos rebasado a 10 autos máximo, y un ciclista kamikaze sin la mínima precaución que fue el mayor susto, en todo el trayecto de 380km, prácticamente una ruta para nosotros. Una parada corta para despabilar y aflojar tensiones naturales y proseguir el rumbo.
            Una de las cosas que comprobamos es que el tiempo en Durazno transcurre más lento, la roja de los semáforos son como 3 veces las de Montevideo. Si estás por parir, no pases por ahí porque de seguro, el niño no puede esperar tanto para salir.
            Al fin llegamos, con la certeza de Ricardo “La carrera sale del Goyenola”, por lo que nos pusimos a hacer las averiguaciones correspondientes con la gente de la Patria Gaucha.
            -“Donde está la bandera Uruguaya, la grande, doblás a la izquierda…”
            - Muchas gracias…
            - “La de Uruguay…” decía.
            Avanzamos un tanto y llegamos a una rotonda con una bandera gigante de Artigas, y nos pusimos a reír… - jajaja, canarios brutos, la de Uruguay dijo, jajaja.
            Doblamos a la izquierda y seguimos preguntando… a la izquierda, a la derecha, giro en U y tantas cosas más para dar con un estadio que no entendía que buscábamos.
            -Allá hay gente, es ahí, vamoooo.
            Y era una feria que no sabía nada de atletismo… solo de Carne con muchos puestos por doquier.
            Por ahí nos avivamos, consultamos la web de Kronos y la partida era desde la Intendencia, por lo que a todo esto ya estabamos a 20 minutos de la largada, y había que ubicar el lugar, debiendo nuevamente buscar ayuda en la gente local.
            Otra vez adelante unas cuadras, y a la izquierda… y por allí, como unos ineptos, nos sentimos completamente desubicados al dar con la bandera gigante de Uruguay que nos dijo el primero y de quien nosotros injustamente nos burlamos. Si seremos giles.
            Al final llegamos 15 minutos antes, nos inscribimos y largamos sin calentar, gran error, pero es lo que nos quedaba.
            La carrera en si con muchos repechos y uno laaargo entre los kms 13 y 15 que coincidió con viento en contra que a mi me liquidó.
            Una vez cumplido el desafío… a comer, ¿donde?, por ahí paramos en una especie de bar adornado con motivos de campaña y fotos de Gardel por todos lados, donde las milangas salían con 2 cm de ancho y unos 30cm de diámetro … jajaja, un disparate imposible de terminar.
            La vuelta se hacía inminente y partimos en retirada entre anécdotas de todo tipo y color, es que el viaje se prestaba para la charleta y el humor.
            A nuestras casas arribamos entre las 20 y las 20:30hs. Ya de noche y con frío nuevamente.
            Valió la pena el esfuerzo, y la compañía hizo que el cansancio y desgaste del viaje casi ni se sintiera. Un abrazo enorme a los Trotancapeanos y nos vemos en la próxima.
            Salute,

                        Pablo.