Llegó el domingo y nos levantamos pensando en la tan mentada 2° etapa “La del Cerro”.
Fuimos llegamos de a poco y medio desperdigados ya que no fue necesario el Trotamovil por la cercanía del evento, dicho sea de paso se nota su ausencia, ya que cuando vamos en él nos regalamos momentos agradables con el grupo, además de darnos cobijo para nosotros, las pertenencias y un BAÑO, tan necesario ¿no?, en fin, el asunto es que llegamos levantando las cabezas buscando los gorros amarillos y nos fuimos juntando de a poco, el día hermoso.
Charla va charla viene, gracias a los ya baquianos en estas lides, el respeto que los nuevos le teníamos al Cerro se fue convirtiendo casi en pánico, se oían cosas como “esta es la etapa mas exigente”, “los que corren para ganar no la corren porque bajan promedios”, “la última vez que la corrí me quedé sin aire”.
A pesar de todo llevar la Trota puesta te anima, así que después del calentamiento, y estiramiento adecuado guiado por Richard, y el consabido, (buena carrera), salimos con cautela sintiendo la presencia del cerro sin verlo, después de cuatro repechos y en pleno repecho doblamos a la izquierda y ahí si, el Cerro, es ahí que te preguntás ¿que estoy haciendo acá?, y otra vez vuelve a pesar tener la Trota puesta y el aliento del grupo para continuar.
Y así llegamos TODOS, al Cerro lo pudimos, lo único que pudo hacernos fue restarnos minutos del recorrido, cuando nos juntamos para estirar era evidente que estábamos todos cansados (tanto que Richard no se animó a proponer un ejercicio regenerativo) pero contentos por la jornada.
Y así nos fuimos desperdigados, mirándolo de reojo con la sensación de que le habíamos ganado, para la próxima solo le vamos a tener respeto pero nada de miedo.
Un abrazo y felicitaciones a todos.
Ruben Caravia.