lunes, 6 de agosto de 2012

21K Durazno... Salió la segunda aventura…




…con la ausencia del Gaby que faltó con aviso por asuntos particulares y la presencia del apoyo moral, logístico y fotográfico de Daniel que le cuadró trabajar el domingo en Planta Durazno y se arrimó a hacernos el aguante.
Arrancamos entonces con Pablo y Marcos a hacer ruta todavía de noche, el frío metía miedo pero un amanecer espectacular nos llenaba de optimismo presagiando un día soleado y templadito “como el de ayer”.
 Cuando bajamos del auto en el estacionamiento del Campus la realidad era otra: el viento fuerte y helado calaba cuanta prenda de ropa teníamos encima. Claro que esto no iba a detener nada, hicimos todos los rituales de rigor: nos cambiamos, sacamos las fotos, calentamos y a esperar la largada sin quedarse quieto, buscando sol y eludiendo el viento. Pocos valientes, calculo no más de 100, pero con el entusiasmo y la onda de siempre largamos. Salimos parejitos con Pablo, Marcos un poco más atrás, en la segunda vuelta paré para atarme los cordones y Pablo quedó sin ancla y ya no lo agarré más. Fueron 4 vueltas contra los 21 K y el viento que en algunos tramos daba de frente y castigaba las piernas y en otros daba de costado y congelaba todo y en otros daba de espalda y era como si no estaba (¿cuándo ayuda el viento?). Me había planteado mantener los 5 min/Km parejo y le pegué al segundo en todas las vueltas terminando con un neto de 1:44:58, jeje 2” por debajo del promedio: tarea cumplida.
Finalmente estiramos al solcito y resguardo del viento, la ducha con agua entre fría y tibiecita (pa´ descontracturar, vió?) y el almuerzo con la desafortunada derrota olímpica en el televisor para emprender el regreso con la música coronando los temas que fueron y vinieron en la charla entre mate y mate,  para enriquecer el espíritu además del cuerpo que en definitiva es lo que justifica cualquier “esfuerzo” por la practica del deporte entre amigos.
Un abrazo a los compañeros de ruta, para Daniel que se arrima a apoyar en todas, otra convocatoria para los remolones que no se animan y un saludo para todos los que se dieron cuenta del significado de ese “esfuerzo” y que reiteran tozudamente.

Ricardo